26 de enero de 2010

LA PUERTA SECRETA




Cierto hombre soñó un día que no era feliz, se veía triste y preocupado, estaba rodeado de muchas cosas y personas, de trabajo, proyectos, en fin... Al despertar se dio cuenta que el sueño era realidad, así era su vida: mucho trabajo, rodeado de muchas personas, grandes proyectos, una preciosa familia, esa era su vida, no se sentía totalmente feliz, algo faltaba, buscaba y buscaba pero no encontraba la razón de su tristeza, era como si en medio de todo lo que formaba su vida había un vacío que nada ni nadie era capaz de llenarlo hasta entonces.
Recordó que en el sueño una voz le decía abre la puerta, abre la puerta, pero no sabía a qué puerta se refería, ¿Dónde estaba esa puerta? ¿Cómo abrirla?, pensó que si volvía a dormirse encontraría la respuesta a todo lo que le estaba sucediendo, se acostó y entró en un profundo sueño. Soñaba que caminaba por un pasillo muy grande en el cual había muchas puertas de diferentes tamaños y formas y se preguntaba: ¿En cuál de estas encontraré mi felicidad? Cada puerta tenía un número que la identificaba y no se decidía por cual comenzar, le pareció bien abrir la que tenía el número uno, se llevó una gran sorpresa al encontrar detrás de ella a su familia, se alegró tanto que sus ojos se humedecieron, los abrazó, los besó y les dijo cuanto los amaba, sin embargo, faltaba algo. Camino hasta la puerta número dos, era su oficina, entró, arreglo el escritorio, abrió las cortinas, miró unas cuentas…pero, no se sintió satisfecho. Salió de allí directo a la puerta numerada con el tres, otra sorpresa…era una red social, encontró a sus amigos, intercambió fotos, les envió mensajes, saludó a los que estaban alejados, felicitó a los cumpleañeros, pudo haber hecho otras cosas allí, pero nuevamente llegó ese vacío incomprensible, cerró cesión y salió pensando si valía la pena continuar…otra puerta más, pensaba…quizá tenga suerte, era la cuarta, había muchas cosas, encendió la televisión, no había nada que ver, el aparato de sonido, pero se aburrió pronto de la música, comenzó a leer un libro, no se concentraba, hizo ejercicios… se cansó y se sentó…¿Qué me falta? Se preguntaba…tengo de todo, más sin embargo me siento vacío… salió nuevamente al pasillo y pensó quedan muchas puertas pero ya me harte de todo esto… cuando de repente observó que una de esas puertas era diferente a todas la demás…era una puerta roja y muy hermosa…no estaba numerada, ¿será esa? Y ¿si no es?, ¿si es otra de muchas?, bueno no lo sabré si no la abro, se decidió al fin y la abrió…era la puerta de su corazón y allí estaba Dios, cuando entró sintió que su vida era completa, una gran luz desde allí iluminaba las otras puertas y les daba sentido, ahora había una inmensa paz que rodeaba su vida, esta es, decía emocionado, cuan cerca estaba mi felicidad, pero nunca abría la puerta correcta, que cerca estaba Dios de mi y no lo veía, no comprendía que él era todo lo que necesito de ahora en adelante estará abierta para que todo lo demás se inunde con su presencia.
Moraleja:
El hombre de hoy desea ser feliz de espaldas a Dios, no descubre que sin él nada es, y que lo puede encontrar muy dentro de sí, solo debe abrir la puerta correcta.



AUTOR: Pbro. JOSÉ GREGORIO PINEDA

un abrazo y mi bendición

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